El diagnóstico de diabetes causa un gran impacto en el paciente. Éste se refleja de diferentes maneras y es distinto en cada persona. Puede causar sentimientos de miedo, angustia, ira, desesperación; o problemas de estrés, ansiedad y hasta depresión.
También puede generar una sensación de impotencia y hacerte pensar que, al no ser curable, todo está perdido. Son recurrentes los pensamientos negativos como: morirás en poco tiempo, sufrirás a causa de la diabetes, no podrás valerte por ti mismo y que no podrás sacar adelante a tu familia.
A pesar de que la diabetes es un padecimiento que puede generar diversas complicaciones, el tratarla evitará que todos esos pensamientos se hagan realidad.
Según el INEGI, en nuestro país existen más de 8 millones 600 mil personas que padecen diabetes mellitus. Es una de las principales causas de muertes debido a las complicaciones que pueden surgir a raíz de este padecimiento.
Debido a que el cuerpo no produce o no utiliza adecuadamente la insulina, una sustancia que ayuda a las células a transformar la glucosa en energía, los niveles de azúcar en la sangre se encuentran elevados. Esta es la razón por la que la diabetes aumenta el riesgo de sufrir otros padecimientos como:
Estos motivos pueden llevarte a pensar que no podrás trabajar, moverte con normalidad ni llevar una vida familiar plena si padeces diabetes. Si bien, la diabetes exige esfuerzo y disciplina para ser controlada, al mejorar tus hábitos y seguir un tratamiento adecuado, podrás llevar una vida normal y contar con todas tus capacidades físicas.
El impacto causado en un principio al recibir el diagnóstico de diabetes puede ocasionar que pienses en escenarios negativos. Además, son reforzados por la constante información que recibimos de distintos medios. Por ejemplo, algunos anuncios comerciales en los que se advierte de las consecuencias de la diabetes.
Los prejuicios y el miedo ocasionan que tus pensamientos se enfoquen en los aspectos negativos y no te permiten pensar con claridad ni buscar una solución. Al padecer diabetes puedes creer que:
Estas afirmaciones no son algo definitivo, se pueden evitar con los cuidados y el tratamiento adecuados.
El entorno familiar juega un papel fundamental para el tratamiento de un paciente con diabetes. Para comenzar, es el soporte emocional de un paciente. La familia brinda ánimos y motivación para enfrentar la diabetes e iniciar un tratamiento. Además, los distintos miembros de una familia ayudan en el tratamiento y los cuidados del paciente, como el traslado a las clínicas y hospitales para recibir apoyo médico.
Cuando eres cabeza de familia y te han diagnosticado con diabetes, puedes pensar que tu familia se dividirá y no podrás sacarla adelante. Al ser la persona que brinda mayores cuidados al resto de los miembros, piensas que tu familia se fragmentará mientras sufres las consecuencias de la diabetes.
Debes saber que esto no es real, la diabetes no es un impedimento para cuidar de tu familia. Si bien es cierto que las consecuencias de este padecimiento pueden ser muy graves; puedes evitarlas con el tratamiento y los cuidados adecuados. Buscar ayuda médica y cambiar tus hábitos te permitirá mejorar tu salud sin descuidar a tus seres queridos.
La parte emocional es fundamental para afrontar y mantener bajo control la diabetes, por ello, es importante recibir orientación psicológica para ti y tu familia. Deben aprender más sobre la diabetes, el proceso emocional que implica padecerla y cambiar los pensamientos negativos por acciones que mejoren tu calidad de vida y la de tu familia.
Asumir la responsabilidad es necesario para cambiar tus hábitos y mejorar tu calidad de vida. Controlar la glucosa mediante una alimentación balanceada y ejercicio es el inicio para mantener a tu familia protegida y sacarla adelante. No pierdas la esperanza, la diabetes se puede controlar.
