Sabemos que tener diabetes puede acarrear algunas dificultades físicas y mentales para cualquier persona. Sin embargo, esto no significa que no existan acciones o medidas que se puedan tomar para disminuir riesgos de complicaciones y para alejarnos de esas emociones negativas que puedes llegar a sentir.
Por ello, te daremos una serie de consejos para que puedas llevar de la mejor manera esta enfermedad crónica y, finalmente, poder tomar las riendas de tus padecimientos y elevar tu calidad de vida.
Antes que nada debes entender que todo esto que estás atravesando lo puedes manejar. Es cierto que para ello necesitas ayuda, misma que algunas veces vendrá de tu médico, otras de tus familiares y amigos cercanos, y, en ocasiones, de ti mismo.
Lo importante es que comprendas que esta situación es controlable y que para que no se te salga de las manos, debes enfrentarla.
Como dice un dicho: “al toro, por los cuernos”. Esto implica dejar el miedo, las inseguridades y las emociones negativas a un lado, para acabar con la incertidumbre y pasar a la acción.
La salud mental engloba el bienestar en tres niveles: social, psíquico y emocional. Por ello, debes tener presente que todas las emociones negativas que puedan aparecer en tu vida, como consecuencia del diagnóstico de diabetes, pueden tratarse.
Quizá te sientas triste, molesto, deprimido o irritable, y todo esto puede pasar al mismo tiempo. Sin embargo, hay profesionales que pueden ayudarte en estos casos.
Un psicólogo puede acompañarte durante todo el proceso de tu enfermedad. Él te ayudará y fungirá como un guía ante los cambios que se avecinan en tu vida debido a la diabetes.
Recuerda que este tipo de dificultades son parte de un proceso de adaptación, por lo que no son para siempre, sino que, eventualmente, desaparecerán.
El estrés es, por sí mismo, enemigo de las personas con diabetes. La razón es que provoca el incremento de la glucosa en la sangre. Además, este sentimiento puede hacer que olvides las medidas que tomas para controlar la diabetes.
Por esta razón, es buena idea que aprendas a mantenerlo a raya. Puedes preguntar a tu psicólogo para que te comparta algunas prácticas que alivian el estrés, tales como:
Se trata de estructuras sociales que pueden ayudar a contener todo aquello que sientes debido a tu diagnóstico de diabetes. En este caso, no nos referimos a lo que un profesional de la salud puede hacer por ti, sino a tu círculo de personas más cercanas.
Reúne a tus familiares y a tus amigos de confianza. Pídeles que te escuchen, cuéntales por lo que estás pasando y cómo te hace sentir. Si lo requieres, da un abrazo y expresa tus sentimientos. Acercarte a ellos será un gran alivio para ti.
Recuerda que hay muchas cosas que se pueden expresar mejor con un abrazo que con palabras.
Al igual que tu mente, tu cuerpo también comenzará a sentir algunos efectos de este proceso, en parte por la diabetes, en parte por el tratamiento. No obstante, no debes preocuparte, sino ocuparte en llevar a cabo los consejos de tu médico.
Apóyate en tu profesional de la salud, él conoce mejor que nadie cuáles son las condiciones de tu enfermedad y el contexto en el que estás. No hay nadie mejor que él para aconsejarte algunos cambios en tu vida o para recetar medicamento, si es necesario.
Llevar una vida sedentaria no ayudará en nada a mantener controlados los niveles de glucosa de tu sangre. Por ello, el ejercicio, luego de consultarlo con tu doctor, puede ser un aliado perfecto para ti.
Paralelamente, puedes armar un plan de alimentación para ti, en el que no solamente incluyas alimentos adecuados, sino también en el que expulses algunas comidas y bebidas que pueden perjudicar tu salud.
Estar al pendiente de tu cuerpo te dará seguridad en tu día a día. Por ello, sin olvidar los exámenes pertinentes que debes realizarte, como el oftálmico o el control de diabetes, siempre puedes revisar con cuidado algunas zonas de tu cuerpo que, con la diabetes, podrían ser más delicadas.
Algunas de estas zonas están en tus pies, tus dientes o tu boca. Además, recuerda siempre acudir a consulta con regularidad, para que el médico pueda hacer el seguimiento adecuado de tu enfermedad.
Llegados a este punto, quizá te preguntes quién puede ayudarte en este proceso para afrontar la diabetes. La respuesta es: apóyate en tu médico y recurre a tu psicólogo. Recuerda que, con MIDHEC, no estás solo.
Sabemos que tu vida ha cambiado, pero eso no significa que no puedas vivir plenamente, con la mejor calidad. Por ello, podemos ayudarte a tener el plan psicológico adecuado para ti y el mejor tratamiento médico.