La forma en la que interactúan con el mundo da un giro de 360 grados porque no sólo su perspectiva se modifica, las relaciones con amigos y familiares también se ven modificadas pues el cambio de humor y de hábitos en la vida del paciente repercuten en el estado de ánimo.
Las relaciones familiares y de amistad son muy importantes, más cuando se trata de apoyar a una persona diagnosticada con diabetes. Cuando estos vínculos se ven afectados, la convivencia se torna complicada y no sólo las emociones del paciente sufren cambios negativos, también los estados de ánimo de los familiares que lo rodean.
Hoy en día esta enfermedad afecta a más de 30 millones de personas.
Con estas cifras se podría suponer que hablar de diabetes es algo común, pero no es así. A menudo, las personas con este padecimiento suelen estar expuestas a suposiciones equivocadas debido a la mala información y esto se suma a los sentimientos de rechazo, tristeza e ira.
Si alguien cercano es diagnosticado con diabetes tipo II, las emociones negativas que puede experimentar son variadas, especialmente, el enojo y la angustia emocional que va más allá por causa de la estigmatización que genera la mala información acerca de la enfermedad. Por eso es importante que identifiques sus emociones y hagas un mejor trabajo en equipo con tus más cercanos para brindarle apoyo.
Al entender que la diabetes es una enfermedad que requiere supervisión, tratamiento cuidadoso y de por vida, podrás comunicarles a los tuyos la mejor forma en la que pueden ayudar para llevar un mejor estilo de vida y sobre todo a comprender las emociones de tu familiar. Lo primero que debes hacer es informarte e informar a las personas cercanas sobre el manejo de la diabetes.
Cuando se diagnostican enfermedades crónicas como ésta, a menudo la gente las relaciona con malas elecciones de estilo de vida. Por ejemplo, en el caso de la diabetes tipo 2, como la obesidad y la falta de actividad, de ahí que la ira y la molestia sean las primeras emociones que se experimentan al escuchar el diagnóstico, por eso, no juzgue a su familiar o amigo.
Estar en un estado permanente de negatividad y enojo puede provocar situaciones catastróficas, pues el paciente podría no querer tener adherencia a su medicamento o tratamiento. Descuidar las recomendaciones saludables del médico, sin mencionar que pueden repercutir y empeorar el estado de salud.
El cambio en las actividades rutinarias afecta mucho el estado de ánimo y por eso es importante que su familiar se calme gradualmente y acepte los controles de la glucosa en la sangre y los esquemas terapéuticos como normales y rutinarios. Algunas personas con diabetes pueden rechazar controlarse la glucosa en la sangre o administrar sus medicamentos, como inyecciones de insulina en lugares públicos.
Recuerde que lo primero es informarse acerca de esta enfermedad. La diabetes tipo 2 ocurre por una combinación de factores, como los antecedentes genéticos de la persona, factores sociales como bajos ingresos, problemas laborales o un nivel educativo bajo. También puede ser causada por algunas enfermedades hormonales, hipertiroidismo y trastornos del páncreas o por determinados medicamentos.
Si su familiar se mantiene molesto todo el tiempo, eso afecta visiblemente el ambiente familiar además de su propia salud, por eso es importante seguir las siguientes recomendaciones que ayuden a sobreponerse a quien padece esta enfermedad:
No olvide que el duelo es siempre una respuesta esperada y natural. El duelo incluye una etapa de ira. No culpe a su familiar por sentirse molesto, irritable y triste por la pérdida de lo que era la normalidad para él. Este es un proceso largo que toma tiempo. Recuerde que los expertos en salud emocional pueden ayudar a pasar de forma más saludable por estas etapas y dar un mejor soporte para trazar nuevas estrategias.
La mejor manera de ayudar a su familiar o amigo siempre será mostrar apoyo y platicar, con base en información fidedigna, las causas que provocan diabetes tipo II para que el sentimiento de culpa y enojo desaparezcan. Sobre todo, mostrarle al paciente que aunque cambie su estilo de vida, siempre estará encaminado a mejorar su salud.
