Si vives con diabetes tipo 2, el hipotiroidismo puede influir en tu salud. Es por ello, que es importante saber cómo cuidarte adecuadamente y qué tipo de especialistas necesitas. ¡Vamos a desglosarlo todo de una manera clara y práctica!
El hipotiroidismo es una condición en la que la glándula tiroides no produce suficientes hormonas tiroideas, que son cruciales para regular el metabolismo, la energía y muchas funciones corporales.
Los síntomas comunes del hipotiroidismo incluyen fatiga, aumento de peso, depresión, intolerancia al frío, piel seca y estreñimiento, aunque pueden cambiar de persona a persona.
La relación entre el hipotiroidismo y la diabetes tipo 2 es bastante compleja, pero vamos a explicarlo de forma sencilla:
Es muy importante decirte que prevenir el hipotiroidismo no siempre es posible, especialmente si tienes predisposición genética. Sin embargo, hay formas de manejarla, tratarla y reducir su impacto en la diabetes tipo 2:
Todo régimen alimenticio debe estar monitoreada por profesionales como nutriólogos, ya que ellos personalizan el plan adecuado a tus necesidades físicas y de salud.
Sabemos que es complicado con la vida tan ajetreada, pero puedes hacer pequeños cambios que te ayuden a mejorar tu movilidad, lee más aquí.
Ojo, no se trata de cargar grandes cantidades de peso y entrenar a todas horas, puedes hacer rutinas en ciertos días que favorezcan tu salud.
El tratamiento del hipotiroidismo generalmente implica la toma diaria de medicamente para ayudar a la hormona tiroide, tal vez te soliciten que la tomes en ayunas, por la mañana y que evites tomar otros medicamentos durante, al menos, 20 a 60 minutos después.
También, es posible que necesites varios ajustes de dosis con el paso del tiempo, para encontrar la cantidad correcta de medicamento que necesitas. Los análisis de sangre regulares ayudan a determinar la dosis adecuada.
Toma en cuenta que algunos medicamentos, suplementos y alimentos pueden interferir con la absorción de la levotiroxina, así que informa a tu médico sobre todo lo que estás tomando y que puedan ajustar la toma de medicamentos.
El manejo del hipotiroidismo y la diabetes tipo 2 puede requerir un equipo de especialistas, como un endocrinólogo, diabetólogo, especialistas en medicina integrada o médicos internistas, quienes pueden ayudarte a manejar ambas condiciones de manera efectiva.
También, un nutricionista o dietista puede diseñar un plan de alimentación que apoye tanto la salud de tu tiroides como el control de la diabetes; te enseñarán a elegir alimentos que beneficien tu metabolismo y tus niveles de azúcar en sangre.
Dado que ambas condiciones pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas, un cardiólogo puede ser necesario para monitorear y tratar cualquier problema cardiovascular.
Las condiciones crónicas pueden afectar tu salud mental, por lo que un psicólogo puede ayudarte a manejar el estrés, la ansiedad y la depresión que pueden surgir con el hipotiroidismo y la diabetes tipo 2.
La tiroides influye en muchas funciones corporales, y su disfunción puede tener efectos de gran alcance, en tu estado de ánimo, el aumento del peso, la retención de líquidos, la piel seca o grasa, la caída del cabello, entre muchas otras. Mientras que la diabetes puede llevar a problemas de cicatrización, ¿ahora ves porqué mantener un equilibrio hormonal adecuado es crucial para el bienestar general?
Algunas personas pueden tener ambas condiciones debido a enfermedades autoinmunes como la tiroiditis de Hashimoto (que causa hipotiroidismo) y la diabetes tipo 1, aunque esta última NO es diabetes tipo 2, es interesante notar las interconexiones autoinmunes.
Seguro estás harto de leerlo o escucharlo, pero el estrés crónico puede exacerbar ambos trastornos. Técnicas de manejo del estrés como la meditación, el yoga y la respiración profunda pueden ser muy útiles.
Además, la combinación de hipotiroidismo y la diabetes tipo 2 puede hacer que el control del peso sea un desafío mayor. Trabajar con un equipo de salud para encontrar la estrategia adecuada es fundamental.
Un estilo de vida saludable, el seguimiento médico regular y el apoyo de un equipo de especialistas son claves para mantener tu bienestar. Recuerda que cada pequeño paso cuenta y que nunca es tarde para empezar a cuidar de ti mismo.