La diabetes, como sabemos, es una enfermedad crónica que presenta algunas peculiaridades en su forma de afectar el cuerpo de un paciente. En el organismo, afecta diferentes zonas y órganos. Entre ellos a los ojos.
Si has convivido con alguien que tenga este padecimiento, es probable que hayas escuchado de algunos problemas en la visión, y ciertas “incomodidades” que muchas veces resultan ser causa de ella.
El ejemplo más común es, probablemente, la frase “ya necesito lentes”, unas cuantas palabras que podrían resultar en un diagnóstico de diabetes. Pero tanto si es así, como si no, lo importante es permitir que un experto pueda hacer lo necesario para saber a ciencia cierta de qué se trata el problema.
Uno de los retos a vencer es que poco o nada se sabe, en el grueso de la sociedad, sobre cómo es que los niveles altos de glucosa afectan a la vista y mucho menos se dice sobre las complicaciones severas que pueden derivar de ello.
Cuando la glucosa incrementa su presencia en nuestra sangre, más de lo debido, los tejidos del ojo sufren ciertos cambios. Por ello, presentan cierta hinchazón que genera que la capacidad de una persona para enfocar correctamente se pueda ver afectada.
Si esta visión borrosa se sostiene por un periodo breve, lo normal es que al poco tiempo se recuperen las condiciones de vista habituales.
Un ejemplo de esta situación es cuando pacientes con diabetes controlada, requieren un ajuste en su tratamiento. Modificar sus dosis usuales puede provocar visión borrosa, pero se trata de una condición que cede cuando el azúcar vuelve a sus niveles normales.
Si bien esto no significa que cada vez que alguien sufre visión borrosa se trata de diabetes, tampoco quiere decir que no debamos prestarle atención. Hay que recordar que solamente los doctores son quienes pueden diagnosticar o no cualquier tipo de padecimiento.
Además, cabe señalar que existen cuatro enfermedades que, partiendo de una diabetes, pueden afectar a la vista, algunas incluso al grado de producir ceguera. Repasemos cuáles son para que, con esos conocimientos, nos animemos a permitir que un profesional de la salud nos examine siempre que sea necesario.
Se trata de uno de los padecimientos más famosos en cuestiones de la vista. Dentro de nuestro ojo, contamos con un tejido llamado cristalino, que es el que nos permite observar nuestro entorno con nitidez.
Las cataratas se presentan cuando el cristalino del ojo se nubla, lo que hace borrosa la visión. Además, se trata de una enfermedad que suele presentarse en personas mayores. Sin embargo, la diabetes podría generar esta condición a edad temprana.
Es decir, las posibilidades de presentar cataratas y de hacerlo a temprana edad, aumentan al tener diabetes.
Esta enfermedad suele ser muy silenciosa al principio, por lo que es común que se detecte en estados un poco más avanzados. Ocurre cuando existe daño en la conexión nerviosa que conecta al cerebro con el ojo. Al igual que con las cataratas, la diabetes incrementa la posibilidad de tener glaucoma.
Sin embargo, lo peor de este padecimiento es que si no se aplica tratamiento, la ceguera puede ser una de sus consecuencias.
Entre sus síntomas comunes está la pérdida paulatina de la visión, especialmente la periférica, que es la que tenemos a los costados de nuestros ojos.
La retina se ubica al interior del ojo, en la superficie de la capa interna del globo ocular. Su función es captar la luz para transferir información al cerebro. Es decir, gracias a la retina apreciamos el mundo como es.
Sin embargo, la diabetes suele dañar los vasos sanguíneos del ojo, quienes, a su vez, pueden dañar la retina. ¿El resultado? Retinopatía diabética, una condición que puede causar la formación de más vasos sanguíneos que, con el tiempo, provocan diferentes problemas a quienes los padecen.
En la retina, existe una zona llamada mácula, justo el área que nos permite realizar actividades como leer o manejar. Ahí, los altos niveles de azúcar en la sangre generan la inflamación de la mácula, lo que se denomina edema macular diabético.
Suele ser una condición que acompaña a la retinopatía diabética y entre sus síntomas más severos están la pérdida parcial o total de la vista.
Como puedes ver, nuestra salud no es algo en lo que sea bueno titubear. Acude con los profesionales de la salud, especialistas en estos casos, y toma el control de la diabetes antes de que ella lo haga con tu vida.
En MIDHEC contamos con los profesionales adecuados para brindarte el acompañamiento físico y mental necesario.
Contáctanos, aclara todas tus dudas y mejora tu salud.