¿Estás teniendo dudas sobre tu médico o el tratamiento que te administra? Lo mejor es buscar una rápida solución a esta cuestión, ya que es una condición de por vida y que, bien tratada, te permitirá vivir una vida normal.
El objetivo de un buen tratamiento de la diabetes consiste en obtener un valor de hemoglobina glucosilada lo más cercano posible a la normalidad, sin renunciar a tu vida confortable.
Para saber si tu médico está tratando adecuadamente tu diabetes, es imprescindible poner en práctica ciertos hábitos de vida saludables y que el médico sepa cómo explicártelas, aplicarlas a tu vida y que diga de forma clara lo que es la diabetes y resuelva tus dudas en el proceso.
Junto con tu médico puedes controlar la diabetes, vivir una vida larga y saludable, si respetas las instrucciones que te indican.
Hay varios aspectos que tu médico debe señalar para darte seguridad, ante todo, y que tu diabetes no te controle a ti. Recuerda que la diabetes puede afectar a casi cualquier parte del cuerpo, por lo que revisiones minuciosas serán requeridas, entre cambios de hábitos y alimenticios.
Para lograr un buen tratamiento y tu seguridad, lo que debes encontrar con un médico de confianza es:
El médico debe ofrecerte un seguimiento farmacoterapéutico, es decir, debe indicar qué medicamentos son los adecuados y cómo debes controlar el consumo del mismo.
Toma en cuenta que debes tomar las medicinas, aunque hayas alcanzado tus niveles ideales de sangre, presión arterial y colesterol, para manejar los factores clave de la diabetes.
Ante este apartado, tu médico debe estar atento a posibles efectos secundarios por tomar las medicinas. Es importante que mantengas comunicación con él y le digas sobre estos problemas lo más pronto posible.
Tu dieta debe ser así, en función a tu tipo de diabetes específico, además el médico debe tomar en cuenta lo que sientes y lo que quieres, para tratar de llegar a una solución que sea adecuada para tu salud.
El plan de alimentación debe ser sano y equilibrado, restringiendo el consumo de hidratos de carbono de absorción rápida, alcohol y grasas de origen animal. También se deben tomar en cuenta los horarios de comidas y no saltarse ninguna ingesta.
Estos son uno de los pilares fundamentales en el tratamiento de la diabetes, junto con tu alimentación, la medicación y la educación sanitaria. Es muy útil la actividad física si padeces diabetes, siempre y cuando se realice de manera controlada.
Tu médico debe recomendarte actividad física regular y estable en el tiempo, bien repartida en la semana, con horarios e intensidad.
Para asignar una buena actividad física, se debe tomar en cuenta tus preferencias personales, tu condición física previa y otras enfermedades, si es que las hay.
Si realizas actividad física te ayudará a controlar la diabetes, favorece la pérdida de peso, mejora la elasticidad muscular, reduce la incidencia de enfermedades cardiovasculares, proporciona una reducción de la dosis de insulina y ofrece beneficios mentales, haciendo que te sientas mejor.
Un buen médico te ofrecerá asesoría médica constante, además de sugerirte buenos lugares donde puedas realizar estudios con calidad.
Además, debe explicarte la importancia que tienen las complicaciones, lo que necesitas saber sobre tu padecimiento y cómo actuar ante casos de peligro o riesgo.
En este punto es importante que te enseñen a cómo cuidarte, de manera delicada y paciente.
Al tener diabetes tipo 2, hay un riesgo cardiovascular más alto. Por esto, se debe abordar con delicadeza el tema, ya que presenta un riesgo alto en tu salud y debe tratarse, después de tu diagnóstico personal.
Mantengan comunicación tu médico y tú, para estar atentos ante los síntomas más leves.
Todo depende de tu caso específico, para ofrecer evaluaciones oftalmológicas, evaluación de pies que evite el pie diabético y sugerir evaluaciones renales. Estos detalles no deben pasarse por alto al padecer diabetes, ya que pueden generar problemas más adelante.
También es obligado incluir el control constante glucémico, la resistencia a la insulina, perfiles glucémicos, lipídicos y controlar la tensión arterial.
El impacto emocional que puedes pasar no debe tomarse a la ligera y tu médico debe saberlo.
Tu familia debe estar informada sobre tu padecimiento, para que aprendan a actuar ante ciertos casos y, sobre todo, que comprendan tus sentimientos y puedan ofrecer apoyo.
En pocas palabras, debe atenderte desde todas las perspectivas, con un trato cálido que te haga sentir seguro y te ayude a vivir una vida plena, llena de satisfacción.