Si fuiste diagnosticado con diabetes tipo 2 es completamente natural que tú y tu familia sientan y muestren preocupación por las implicaciones y procesos que conlleva esta enfermedad crónica. El miedo y el enojo que vienen empaquetados con el estrés son el pan de cada día para muchos diagnosticados, pero, te diremos que es cuestión de tomarlo con calma y decidirte a pedir ayuda psicológica si lo requieres.
Vivir con diabetes no es una sentencia de muerte y es posible llevar una vida completamente normal y sana, incluso te sentirás mejor que nunca, porque una vida basada en una alimentación adecuada y actividad física siempre traen beneficios a la salud sin importar que haya una enfermedad de por medio.
No olvides que hay forma de controlar la diabetes tipo 2.
La clave está en seguir las instrucciones del médico y tener adherencia a los tratamientos solicitados.
Naturalmente es tratar la enfermedad por ello es indispensable conocer perfectamente bien los procesos por los que tu cuerpo pasará por dentro y por fuera; aprender a medir y controlar tus niveles de azúcar, esto último es la clave para saber si el medicamento funciona de manera óptima.
Así mismo, es importante mantener chequeos para saber que no hay complicaciones, incluidos los dientes, visión y pies. Como puedes observar, debes ser más precavido y cuidadoso de ahora en adelante, pero eso no significa que tu vida normal pueda llevarse a cabo, es posible, simplemente vas a adecuar ciertas modificaciones a tu día a día.
En un principio, todo diagnóstico conlleva un rechazo por parte del paciente y con más razón si se trata de una enfermedad que estará contigo toda la vida, por ello es importante aceptarla y adaptarla a tu habitualidad. Conocer con lujo de detalle qué es lo que debes aceptar y qué es lo que debes dejar, te facilitará el recorrido y sobre todo, aceptar así como asimilar.
No te desanimes si los esfuerzos del diario no logran que no haya altos y bajos de glucosa (hipoglucemia e hiperglucemia. Recuerda que tu cuerpo pasa por procesos que no puedes controlar, pero sí puedes afrontar.
A veces nos podremos llevar la grata sorpresa de que no nos altera tanto la glucemia.
Aprender, conocer y entender nuestro tratamiento y lo que sucede ayuda a controlar los temores.
Nosotros te guiamos durante todos tus procedimientos. Podemos ayudarte a que conozcas de forma muy detallada acerca de las equivalencias entre alimentos para conseguir la cantidad de raciones que debemos tomar nos dará libertad para combinar y variar.
También tienes que saber cuál es tu plan de alimentación según las pautas que te ha indicado un profesional, en función de las necesidades (perder peso, ganarlo, controlar otros factores de riesgo, como la hipertensión.
De forma reiterada, siempre se sugiere la práctica de la actividad física porque está trae beneficios extraordinarios, por ejemplo, durante la práctica de ejercicio, la insulina disminuye su concentración en la sangre, ya que estimula la captación de glucosa en el músculo y detiene la producción de glucosa en el hígado. Por el contrario, el glucagón aumenta su concentración en sangre y estimula la producción hepática de glucosa.
En MIDHEC diseñamos un plan completo que beneficie tu salud. No te dejes controlar por la diabetes tipo II, vívela como vives con otras amenazas. Te mostramos todo lo que debes conocer y te orientamos para que decides hasta qué punto puedes controlar o no ciertas situaciones relacionadas con tus tratamientos todo completamente personalizado y adaptado a las necesidades específicas de cada cuerpo y de cada caso.
De igual manera, ofrecemos asistencia psicológica para ti y los tuyos con la finalidad de que haya un ambiente armonioso y todos comprendan de la mejor manera de qué forma ayudarte, cómo entender ciertos procedimientos, cuáles son las nuevas adaptaciones que debes aplicar en tu vida cotidiana.
Cuando se trata de diabetes, los factores que influyen usualmente son genéticos, sin embargo, se deben quitar del camino, otros factores que pueden empeorar la condición de quien padece esta enfermedad, por ello, el tratamiento de estos pacientes comienza en una primera etapa por la dieta y el ejercicio.
Progresivamente, y según las necesidades, se van incorporando otros tratamientos, como fármacos antidiabéticos orales. En estadios avanzados pueden necesitar tratamiento con insulina cuando el páncreas no es capaz de fabricar la insulina necesaria.
