Las heridas crónicas pueden ocasionar que sientas culpa. Tal vez pienses que tú has provocado la herida a causa de no tener una vida saludable o no tomar medidas preventivas a tiempo. También es posible que creas que eres un estorbo y que mereces experimentar todas esas dolencias.
A pesar de todo lo que puedas pensar, ni tú ni nadie es culpable por padecer una herida crónica.
La culpa que sienten las personas a causa de padecer una enfermedad crónica, es considerada un trastorno que afecta su vida y la de todos los que la rodean. Si tú tienes este sentimiento de culpa, es muy probable que genere padecimientos más complicados, como la depresión.
Además, el sentimiento de culpa en estas circunstancias no te ayudará a resolver tus problemas ni a mejorar tu salud. Al contrario, el sentirse culpable por tener una herida crónica solo inmoviliza a las personas y no permite que busquen una solución.
Debes tomar consciencia de que no puedes hacer nada por cambiar las cosas del pasado. Pero sí puedes mejorar tus condiciones actuales tomando acciones que beneficien tu salud.
El sentimiento de culpa no ayudará a mejorar tu salud ni curar tu herida crónica, por lo que debes asumir la responsabilidad de buscar una solución.
Posiblemente no comprendas del todo la diferencia entre responsabilidad y culpa.
Por ello, lo aclararemos a continuación:
El sentimiento de culpa implica aceptar que has hecho o dejado de hacer algo que ocasionó algún daño a alguien o a ti mismo. De esta manera, la culpa te hace pensar que tú te has ocasionado una herida crónica al no llevar una vida saludable o no tomar medidas con anterioridad. Asimismo, esta culpa hace creer a las personas que son un estorbo para sus seres queridos y que la herida es un castigo que se merecen.
Por otra parte, la responsabilidad implica dar respuesta a lo prometido, o bien, responder desde las posibilidades de cada persona. También consiste en reconocer y aceptar las consecuencias de una conducta o hecho llevado a cabo por la persona.
La responsabilidad es un proceso en el cual, las personas admitimos las consecuencias de un hecho y buscamos responder a las nuevas circunstancias. A diferencia de la culpa, en la que solo nos lamentamos por cosas del pasado, tomar la responsabilidad implica admitir las consecuencias y buscar soluciones en la medida de lo posible.
Dicho lo anterior, sentirte culpable por la herida crónica que padeces no te ayudará a sanar, solo te quedarás estancado. Para lograr esto, primero debes dejar de lamentarte por cosas que hiciste o dejaste de hacer en el pasado y admitir las consecuencias actuales. Esto te llevará a asumir la responsabilidad y buscar activamente una solución.
La idea de responsabilidad también implica considerar las limitaciones con las que cuentas para dar una respuesta. Por ejemplo, para buscar sanar la herida crónica que te aqueja, debes ser consciente de que no puedes curarte por ti mismo.
El proceso que implica tomar la responsabilidad de tu salud y curar la herida crónica comienza con aceptar la condición en la que te encuentras. Después, continúa con la búsqueda activa de una solución.
Como ya lo mencionamos, no puedes curar una herida crónica por ti mismo. Si bien, es fundamental para sanar, que mejores tus hábitos y lleves una vida más saludable, es necesario que acudas con especialistas para ayudarte a tratar la herida ocasionada por la diabetes.
Asume la responsabilidad de tu herida crónica y no permitas que el sentimiento de culpa te impida mejorar tu salud.
En MIDHEC te ayudamos a tratar tu herida con procedimientos efectivos. Además, te apoyamos en el proceso de sanar tu herida tanto física como emocional, para que recuperes tu salud y tu estilo de vida.